Chapter 30

VI

Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corría en ellasSeca está ahora?Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.¿Dónde tus ojos que alumbrar solíanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbría alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.Duerme y no vayas al salón sombrío,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frías bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.Allí dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.Tórtola triste que en el sauce umbríoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.

Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corría en ellasSeca está ahora?Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.¿Dónde tus ojos que alumbrar solíanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbría alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.Duerme y no vayas al salón sombrío,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frías bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.Allí dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.Tórtola triste que en el sauce umbríoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.

Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:

Tórtola blanca de azulados ojos,

Perla robada del peñón de Loja,

Flor de la Alhambra, de su bosque ameno

Cándida corza:

Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?

Bella Sultana, creación aérea

De mi alma triste que en los aires mora:

¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,

Garza paloma?

Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?

Pálida estrella cuya luz no veo,

Flor de quien busco el delicioso aroma

¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?

¿Quién te me roba?

¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?

¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?

¿Qué genio infausto en su mansión se posa?

¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antes

Fué luz y gloria?

¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corría en ellasSeca está ahora?

¿Qué maleficio de silencio y duelo

De tus estancias el recinto colma,

Que hasta la fuente que corría en ellas

Seca está ahora?

Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.

Tus frescos patios de arrayanes llenos,

Tus ricos techos de marfil y concha,

Tus camarines de labor morisca

Yacen en sombra.

¿Dónde tus ojos que alumbrar solíanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?

¿Dónde tus ojos que alumbrar solían

Tus regias salas, imperial señora?

¿Dónde los sones de tus ya olvidadas

Cántigas moras?

¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbría alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.

¡Ay! muda oprimes en letargo yerto

Los almohadones de tu umbría alcoba:

Sólo tu esclavo te sostiene, sólo

Käel te llora.

Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.

Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;

No vuelvas nunca á las amargas horas

Que las vigilias de tu vida aguardan

Tempestüosas.

Duerme y no vayas al salón sombrío,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.

Duerme y no vayas al salón sombrío,

Donde Aixa escucha de Kaleb á solas

Las de tu padre y de tu esposo aciagas

Negras historias.

Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.

Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,

Hija sin padre, sin esposo esposa;

Su voz aterra, su relato eriza:

Duerme: no le oigas.

Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:

Sér vaporoso, creación de un alma

Que en sombras leves su pasión coloca,

Hada que hechizas de mi amor poético

La fe recóndita:

Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.

Ven á mis brazos, de mis sueños hija;

Ven: dame tu alma que el pesar desola,

Y yo del sueño la hundiré en la sima

Lóbrega y honda.

Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.

Yo, que comprendo de las sombras vagas

La lengua pura y la mortal congoja,

Traeré á tu alma aletargada menos

Fieras memorias.

Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frías bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.

Ven: yo no quiero que tu sér errante

Vague esta noche por las frías bóvedas

De este palacio, que sangrientos sueños

Sólo atesora.

Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.

Sé que en la angustia de tu afán doliente

Hasta el consuelo de mi amor te enoja;

Mas ven al campo de las almas tristes

Y melancólicas.

Allí dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.

Allí dormida soñarás quimeras

Tristes y vagas, pero no angustiosas,

Mientras relatan la fatal leyenda...

Ven: no la oigas.

Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.

Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los daños

De los pesares que al mortal acosan?

Sufre y delira, vagarosa hija

De mi alma loca.

Tórtola triste que en el sauce umbríoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:

Tórtola triste que en el sauce umbrío

Tu amor perdido solitaria lloras:

Ráfaga helada que el ciprés gimiendo

Lúgubre azotas:

Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,

Són temeroso con que el mar airado

Fiero amedrenta la desierta costa:

Eco del viento que las huecas ruinas

Cóncavo asordas,

Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.

Dadme de vuestros funerales ruidos

Las más siniestras y dolientes notas,

Para que en torno de la Alhambra eleve

Fúnebre trova.


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