VI
Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corrÃa en ellasSeca está ahora?Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.¿Dónde tus ojos que alumbrar solÃanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbrÃa alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.Duerme y no vayas al salón sombrÃo,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frÃas bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.Allà dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.Tórtola triste que en el sauce umbrÃoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.
Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corrÃa en ellasSeca está ahora?Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.¿Dónde tus ojos que alumbrar solÃanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbrÃa alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.Duerme y no vayas al salón sombrÃo,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frÃas bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.Allà dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.Tórtola triste que en el sauce umbrÃoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.
Tórtola blanca de azulados ojos,Perla robada del peñón de Loja,Flor de la Alhambra, de su bosque amenoCándida corza:
Tórtola blanca de azulados ojos,
Perla robada del peñón de Loja,
Flor de la Alhambra, de su bosque ameno
Cándida corza:
Bella Sultana, creación aéreaDe mi alma triste que en los aires mora:¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,Garza paloma?
Bella Sultana, creación aérea
De mi alma triste que en los aires mora:
¿Dónde me ocultas tus celestes ojos,
Garza paloma?
Pálida estrella cuya luz no veo,Flor de quien busco el delicioso aroma¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?¿Quién te me roba?
Pálida estrella cuya luz no veo,
Flor de quien busco el delicioso aroma
¿Dónde eres ida, mi gentil Moraima?
¿Quién te me roba?
¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?¿Qué genio infausto en su mansión se posa?¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antesFué luz y gloria?
¿Qué nube opaca tus estancias ciñe?
¿Qué genio infausto en su mansión se posa?
¿Por qué es hoy luto y soledad lo que antes
Fué luz y gloria?
¿Qué maleficio de silencio y dueloDe tus estancias el recinto colma,Que hasta la fuente que corrÃa en ellasSeca está ahora?
¿Qué maleficio de silencio y duelo
De tus estancias el recinto colma,
Que hasta la fuente que corrÃa en ellas
Seca está ahora?
Tus frescos patios de arrayanes llenos,Tus ricos techos de marfil y concha,Tus camarines de labor moriscaYacen en sombra.
Tus frescos patios de arrayanes llenos,
Tus ricos techos de marfil y concha,
Tus camarines de labor morisca
Yacen en sombra.
¿Dónde tus ojos que alumbrar solÃanTus regias salas, imperial señora?¿Dónde los sones de tus ya olvidadasCántigas moras?
¿Dónde tus ojos que alumbrar solÃan
Tus regias salas, imperial señora?
¿Dónde los sones de tus ya olvidadas
Cántigas moras?
¡Ay! muda oprimes en letargo yertoLos almohadones de tu umbrÃa alcoba:Sólo tu esclavo te sostiene, sóloKäel te llora.
¡Ay! muda oprimes en letargo yerto
Los almohadones de tu umbrÃa alcoba:
Sólo tu esclavo te sostiene, sólo
Käel te llora.
Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;No vuelvas nunca á las amargas horasQue las vigilias de tu vida aguardanTempestüosas.
Duerme, Moraima, en tu letargo, duerme;
No vuelvas nunca á las amargas horas
Que las vigilias de tu vida aguardan
Tempestüosas.
Duerme y no vayas al salón sombrÃo,Donde Aixa escucha de Kaleb á solasLas de tu padre y de tu esposo aciagasNegras historias.
Duerme y no vayas al salón sombrÃo,
Donde Aixa escucha de Kaleb á solas
Las de tu padre y de tu esposo aciagas
Negras historias.
Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,Hija sin padre, sin esposo esposa;Su voz aterra, su relato eriza:Duerme: no le oigas.
Duerme y no vayas: á Kaleb no escuches,
Hija sin padre, sin esposo esposa;
Su voz aterra, su relato eriza:
Duerme: no le oigas.
Sér vaporoso, creación de un almaQue en sombras leves su pasión coloca,Hada que hechizas de mi amor poéticoLa fe recóndita:
Sér vaporoso, creación de un alma
Que en sombras leves su pasión coloca,
Hada que hechizas de mi amor poético
La fe recóndita:
Ven á mis brazos, de mis sueños hija;Ven: dame tu alma que el pesar desola,Y yo del sueño la hundiré en la simaLóbrega y honda.
Ven á mis brazos, de mis sueños hija;
Ven: dame tu alma que el pesar desola,
Y yo del sueño la hundiré en la sima
Lóbrega y honda.
Yo, que comprendo de las sombras vagasLa lengua pura y la mortal congoja,Traeré á tu alma aletargada menosFieras memorias.
Yo, que comprendo de las sombras vagas
La lengua pura y la mortal congoja,
Traeré á tu alma aletargada menos
Fieras memorias.
Ven: yo no quiero que tu sér erranteVague esta noche por las frÃas bóvedasDe este palacio, que sangrientos sueñosSólo atesora.
Ven: yo no quiero que tu sér errante
Vague esta noche por las frÃas bóvedas
De este palacio, que sangrientos sueños
Sólo atesora.
Sé que en la angustia de tu afán dolienteHasta el consuelo de mi amor te enoja;Mas ven al campo de las almas tristesY melancólicas.
Sé que en la angustia de tu afán doliente
Hasta el consuelo de mi amor te enoja;
Mas ven al campo de las almas tristes
Y melancólicas.
Allà dormida soñarás quimerasTristes y vagas, pero no angustiosas,Mientras relatan la fatal leyenda...Ven: no la oigas.
Allà dormida soñarás quimeras
Tristes y vagas, pero no angustiosas,
Mientras relatan la fatal leyenda...
Ven: no la oigas.
Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los dañosDe los pesares que al mortal acosan?Sufre y delira, vagarosa hijaDe mi alma loca.
Mas ¡ay! ¿quién puede interrumpir los daños
De los pesares que al mortal acosan?
Sufre y delira, vagarosa hija
De mi alma loca.
Tórtola triste que en el sauce umbrÃoTu amor perdido solitaria lloras:Ráfaga helada que el ciprés gimiendoLúgubre azotas:
Tórtola triste que en el sauce umbrÃo
Tu amor perdido solitaria lloras:
Ráfaga helada que el ciprés gimiendo
Lúgubre azotas:
Són temeroso con que el mar airadoFiero amedrenta la desierta costa:Eco del viento que las huecas ruinasCóncavo asordas,
Són temeroso con que el mar airado
Fiero amedrenta la desierta costa:
Eco del viento que las huecas ruinas
Cóncavo asordas,
Dadme de vuestros funerales ruidosLas más siniestras y dolientes notas,Para que en torno de la Alhambra eleveFúnebre trova.
Dadme de vuestros funerales ruidos
Las más siniestras y dolientes notas,
Para que en torno de la Alhambra eleve
Fúnebre trova.