NOTAS:

NOTAS:[1]«Tata Auqui: Padre o Señor.Tata: El Hechicero».Vocabulario de la Lengua Aymara, compuesto por el P. Ludovico Bertonio. Publicado de nuevo por Julio Platzman. Parte segunda, página 339. El indio en este caso, le da acepción de hechicero, al tratarse del cura.[2]Parece en efecto, que esta leyenda, no es sino una reproducción o mejor dicho una continuación desnaturalizada del mitorunap mickjuyjde los kechuas, del que dice el Obispo Villagómez. «En varios Ayllos o tribus hay maestros a los que ahora dan nuestro nombre de «Capitán» y de las cuales cada uno tenía sus propios alumnos y soldados a los que anunciaba y señalaba una noche cualquiera a su antojo dara que se reunieran en un sitio dado [porque estas reuniones se celebraban de noche]. En seguida, el maestro acompañado de uno o dos de sus discípulos, se acerca en esa noche señalada a una casa que ya tiene determinada de antemano y dejando a los discípulos en la puerta, entra el sólo y desparrama en el suelo un polvo de huesos de muerto y de otros que no sé, preparado de antemano para el objeto, pronunciando a la vez palabras cabalísticas, y de esta manera adormece a todos los que se hallan en la casa al extremo de que los hombres y los animales ni se mueven ni los sienten. Y entonces se acerca a la persona que quiere matar, le hace una pequeña herida en la uña, en una parte cualquiera del cuerpo y en cuanto sale un poco de sangre se pone a chuparla cuanto puede. Por esto a estos brujos les llaman también chupadores de sangre. Una vez que han chupado la sangre se echan un poco en el hueco de la mano o en una vasija y la dan a probar a otros, volviendo al lugar de la reunión y ellos dicen que multiplica el demonio aquella sangre o se la convierte en carne (yo creo que las mezclan con otras carnes) y la cocinan en la reunión y se la comen; y sucede, en efecto, que la persona a quien se le ha chupado esa sangre se muera a los dos o tres días.»Continúa el autor: «Cuando tienen esas juntas dicen generalmente: «esta noche nos vamos a comer el alma de tal o cual persona». Habiendo preguntado a una persona que había comido varias veces esa carne o que sabía, contestó con un gesto de asco, que era muy mala y de mal gusto, pareciéndose a la carne seca de vaca».—Villagómez.—Carta pastoral de Exortación e Instrucción contra las idolatrías de los indios del Arzobispado de Lima, 1641.—Página 42.[3]Vocabulario Aymara.—Edición Platzman.—Segunda parte.—Página 388.[4]Historia Indicade Sarmiento de Gamboa.—Cita tomada de laColección de libros y documentos referentes a la Historia del Perú, por Horacio H. Urteaga y Carlos A. Romero.—Tomo I.—Página 7.[5]Relación de las fábulas y ritos de los Incas, por Cristóbal de Molina, etc.—De la colección citada.—Tomo 1.—Página 6.[6]A los uros les llaman tambiénchancumankkeris, (comedores de ciertas plantas acuáticas de los génerosMyriophyllum, Potomogeton, Clanophora, Elodea y Chara). La tradición cuenta de ellos que fueron trasladados, en tiempos remotos, en calidad de esclavos de las costas del Pacífico, por el gran conquistador kolla Tacuilla, y distribuidos en las riberas de los lagos del altiplano, donde se les dedicó exclusivamente a la pesca. De aquí proviene que se nombrechancus, a los que aun quedan por aquellas regiones.[7]Historia del Perú y varones insignes, etc., pag. 133.[8]Esta palabra quiere decir: «su luz de él o su demostración de él». Se compone de dos voces,khana, que significa—«claridad, luz, día y también verdad y demostración de ella». La otra es la partículapa, que es un sub-fijo positivo de la lengua aymara que significa «suyo, suya, su». De manera que khanapa es la luz de él o su demostración. ¿De quién? Del fenómeno producido o de su autor; del hecho moral o material que simboliza la figura representante y del cual es su demostración.De este modo el pueblo aymara ha logrado trasmitir la memoria de los hechos de una manera constante y eterna, si se quiere, porque ese modo de ser social del Kolla hace parte integrante de sus propios hábitos y costumbres.[9]Historia del Perú citada, pag. 135.[10]Tres relaciones de antigüedades peruanas, publicadas por Marcos Jiménez de la Espada. Pag. 103.[11]Crónica Moralizada, volumen I, página 337 y 388.[12]Este descubrimiento cuenta el P. Ramos de la manera siguiente: «En un día del Corpus (Christi) los Urinsayas que estaban de guerra con los Anansayas, se retaron unos a otros, los Anansayas dijeron a los Urinsayas, que estos eran inmorales (viciosos); brujos y que sus antepasados habían lapidado un santo, intentando quemar una cruz que consigo cargaba, y que ellos la guardaron la cruz en lugar secreto, no queriendo mostrarla. Habiéndose traslucido esto por algunos muchachos, se lo comunicaron al padre Sarmiento que era el cura. Este descubrió la cruz en tres pedazos y una plancha de cobre (una hoja) con la cual la cruz estaba forrada (ceñida), con la cruz se encontraron solamente dos clavos. El señor don Alfonso Ramírez de Vergara, Obispo de Charcas, mandó hacer nuevas excavaciones y encontróse el tercer clavo que lo tomó, y a su muerte el Licenciado Adolfo Maldonado, Presidente de la Audiencia (de la Plata o Charcas) lo tuvo en herencia y llevóselo a España. Cuando se hizo la división de los obispados, éstos (asímismo) se partieren la cruz, aserrándola en dos partes, haciendo dos de ella, una de las cuales quedó en Carabuco y la otra está en la catedral de la Plata (Sucre)».Historia del célebre y milagroso Santuario de la insigne imagen de Nuestra Señora de Copacabana—Lima, 1621.—Cita tomada del importante trabajo de Adolfo F. Bandelier, titulado:La Cruz de Carabuco en Bolivia, traducido al castellano por don Manuel V. Ballivián.[13]Historia de la América Antecolombianapor don Francisco Pi y Margall.—Tomo I.—Pag. 1,392.[14]Vida del General José Ballivián, por el doctor José María Santiváñez.—New York.—1891.—Pag. 353.[15]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, por el licenciado Polo de Ondegardo.—Edición de Horacio H. Urteaga.—Tomo III.—Pag. 32.[16]Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Nuestra Señora de La Paz.—Tomo I.—No. 10.—Páginas 113 y 114.—Año 1909.[17]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, etc.—Pag. 196.[18]Historia del Nuevo Mundo, por el P. Bernabé Cobo.—Tomo IV, pag. 151.[19]Almanake del Departamento para el Año 36, después del bisiesto de 1856. Imprenta Paceña administrada por Eugenio Alarcón.Pequeño folleto que contiene, además, algunas otras noticias y curiosidades. En los almanaques anteriores y en algunos posteriores, se registra también esa célebre Memoria.[20]El P. Oliva, refiriéndose a esta costumbre inmemorial, que aún subsiste, dice: «Ponen por guardas de las chacras unas piedras largas, o de color porque entienden que estas conservan la humedad de la tierra y para asegurarlas de los ladrones ponen por guardas conchas de tortuga que llaman quirquincho que causan tan grande temor a los que pasan y las miran, que ninguno de ellos se atrevería entrar en la chacra donde ellas están porque entienden. Se han de enchir de lepra.»Libro primero del manuscrito original del R. P. Anello Oliva. S. J. etc., pag. 113.[21]Historia del Nuevo Mundo, etc., tomo IV; pag. 230.[22]Origen e Historia de los Incas.—Obra escrita en el Cuzco (1,575-90) por Fray Martín de Morúa, de la Orden de la Merced. Publicada y anotada por Manuel González de la Rosa, etc. Lima 1911; pag. 128.[23]Extirpación de la idolatría en el Perú por Pablo Joseph de Arriaga, pag. 64. Edición Urteaga.[24]Elhuiskjues propiamente la sandalia, pues consta de unas suelas de cuero atadas con correas al empeine hasta la garganta del pie. Se prefiere que la suela sea de la piel del pescuezo de llama. La ojota, que también usan los indios, se llamappollko, y se compone de un pedazo de cuero, levantado en los bordes, fruncido y asegurado por correas, sobre el empeine. El pie se halla protegido por todos los lados, a diferencia delhuiskju, que los deja al descubierto. Elppollkose asemeja mucho a la alpargata.[25]Es común en estos casos ver al indio caminar 50 kilómetros en tres horas.[26]Esta es la palabra con que en aymara se designa propiamente la preñez de la mujer.Huallkke, corresponde a la hembra de los animales.[27]Larilari: Gente de la puna que no reconoce casi que, cimarrones.Vocabulario del padre Ludovico Bertonio Edición Platzmannpag. 191. Probablemente se le ha aplicado este nombre por considerar un espíritu vagabundo y rebelde, el que daña a los niños.[28]Historia antigua del Perú, por Sebastián Lorente. Lima, 1860, pag. 77[29]Historiadores primitivos de Indias.—Colección dirigida e ilustrada por don Enrique de Vedia.—Tomo II.—Madrid 1900, pag. 443.[30]Los Comentarios reales de los Incas.—Libro II. Cap. XIX.[31]A semejanza de los mestizos que llaman a la esposami mujer, los indios casi no usan las palabrasaynoyaynonisino que las han reemplazado con el dechachaja, que quiere decir literalmentemi hombre, refiriéndose al esposo yhuarmija,mi mujer, tratándose de la esposa. A la concubina se dicetahuakoja, mi moza, ouñtathaja, mi conocida, y al amantehuaynaja, mi joven. La dulce palabrasipasiestá en desuso, y tanto ésta como las deaynooaynonilas emplean sólo en sus cantares, o en comarcas apartadas que mantienen escaso trato social con pueblos de otra índole.[32]Con la denominación detollkas, se comprende también a las personas que se distinguen por sus obsequios y familiaridad con los novios oalfereces.Laris y tollkas, son las categorías de importancia que actúan en todas las fiestas indígenas.[33]Párrafos tomados del artículo «La Chola» por Carlos Varas.—[Mont Calm].[34]Descripción del Perú, pag. 101.—Esta obra se atribuye a Tadeo Haenke y bajo este concepto se la ha publicado en Lima. Groussac demuestra que no pertenece a Haenke, sino a Felipe Bauzá, uno de los oficiales que con Malaspina, realizó el viaje alrededor del mundo.[35]Lachakhaes una cocina que tiene un techo piramidal, formado de barro. El piso de su interior es húmedo; en el centro hay un perol ofondo, como lo llaman los fabricantes, que antes era de cobre y que ahora es de fierro por imposición de las municipalidades. En los extremos, cerca de la pared se ven dos o tres cántaros u ollas de barro en los que se disuelve el caldo delmukcuy después se le somete a cocimiento, hasta que obtenga cierta temperatura. La parte espesa de esta sustancia se precipita, es decir, en el perol se trabaja la extracción de la parte azucarada que tiene elmukcuo mejor dicho, el maíz, y esa solución cuando ya ha tomadopunto, como se dice vulgarmente, se disuelve en el caldo, para que una vez producida la fermentación en los depósitos o tinas se obtenga la chicha.Las municipalidades por ese prurrito que distingue al mestizo de sacudirse de todo lo nacional, para dar preferencia a lo exótico, han gravado estaschakhas, que no deben valer con todos sus utensilios, más de trescientos bolivianos con el impuesto gradual de cien, ciento cincuenta y doscientos bolivianos al año, cuando lo que ganan no alcanza muchas veces a esa suma, porque lo que cobran por la fabricación de cada fanega de mukcu, que se llamaviaje, es cinco, seis, hasta ocho bolivianos. El objeto que se persigue es ir, poco a poco, extinguiendo la elaboración de la chicha, y reemplazarla con alcohol y otras bebidas destiladas.[36]«La Patria» Oruro, 31 de julio de 1919, No. 121.[37]Véase al respecto la descripción que se hace en el folleto titulado "Maldición y superstición". Leyenda boliviana del siglo XVIII, por José Rosendo Gutiérrez. Paz de Ayacucho, año 1857, páginas 27 y 28, que se halla conforme con la que hemos hecho.[38]"La Villa Imperial de Potosí".—Su historia anecdótica.—Sus tradiciones y leyendas fantásticas etc. por Brocha Gorda (Julio Lucas Jaimes) 1905, pag. 139 y 140.[39]Vocabulario de la lengua Aimara por Ludovico Bertonio, edición Platzmann. Parte segunda, pag. 323.[40]Vicente Fidel López,Les races Aryennes du Pérou; leur langue, leur religion, leur histoíre.París, 1871.[41]Historia del Nuevo Mundopor el P. Bernabé Cobo, etc. Tomo IV. Sevilla, 1893, pag. 200 y 201.[42]En Curva ha llegado a arraigarse en los últimos tiempos, el abuso de pagar diez bolivianos al Corregidor, el joven que quiere contraer matrimonio. El Corregidor envía algunos comisionados para que conduzcan a la mujer por la fuerza, y sin escuchar reclamos, la entrega a su pretendiente.[43]Este párrafo, así como el anterior, que está entre comillas, hemos tomado, por considerarlos verídicos, de un artículo que se publicó anónimo en un periódico extranjero, con el título deEl Callahuaya.[44]Un viaje al Sud de Bolivia. El jampiri, por Franz Pinochet, inserto en elBoletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, Nº 47, correspondiente al mes de julio de 1918, páginas 176, 177 y 178.[45]Obra citada, pag. 134

NOTAS:[1]«Tata Auqui: Padre o Señor.Tata: El Hechicero».Vocabulario de la Lengua Aymara, compuesto por el P. Ludovico Bertonio. Publicado de nuevo por Julio Platzman. Parte segunda, página 339. El indio en este caso, le da acepción de hechicero, al tratarse del cura.[2]Parece en efecto, que esta leyenda, no es sino una reproducción o mejor dicho una continuación desnaturalizada del mitorunap mickjuyjde los kechuas, del que dice el Obispo Villagómez. «En varios Ayllos o tribus hay maestros a los que ahora dan nuestro nombre de «Capitán» y de las cuales cada uno tenía sus propios alumnos y soldados a los que anunciaba y señalaba una noche cualquiera a su antojo dara que se reunieran en un sitio dado [porque estas reuniones se celebraban de noche]. En seguida, el maestro acompañado de uno o dos de sus discípulos, se acerca en esa noche señalada a una casa que ya tiene determinada de antemano y dejando a los discípulos en la puerta, entra el sólo y desparrama en el suelo un polvo de huesos de muerto y de otros que no sé, preparado de antemano para el objeto, pronunciando a la vez palabras cabalísticas, y de esta manera adormece a todos los que se hallan en la casa al extremo de que los hombres y los animales ni se mueven ni los sienten. Y entonces se acerca a la persona que quiere matar, le hace una pequeña herida en la uña, en una parte cualquiera del cuerpo y en cuanto sale un poco de sangre se pone a chuparla cuanto puede. Por esto a estos brujos les llaman también chupadores de sangre. Una vez que han chupado la sangre se echan un poco en el hueco de la mano o en una vasija y la dan a probar a otros, volviendo al lugar de la reunión y ellos dicen que multiplica el demonio aquella sangre o se la convierte en carne (yo creo que las mezclan con otras carnes) y la cocinan en la reunión y se la comen; y sucede, en efecto, que la persona a quien se le ha chupado esa sangre se muera a los dos o tres días.»Continúa el autor: «Cuando tienen esas juntas dicen generalmente: «esta noche nos vamos a comer el alma de tal o cual persona». Habiendo preguntado a una persona que había comido varias veces esa carne o que sabía, contestó con un gesto de asco, que era muy mala y de mal gusto, pareciéndose a la carne seca de vaca».—Villagómez.—Carta pastoral de Exortación e Instrucción contra las idolatrías de los indios del Arzobispado de Lima, 1641.—Página 42.[3]Vocabulario Aymara.—Edición Platzman.—Segunda parte.—Página 388.[4]Historia Indicade Sarmiento de Gamboa.—Cita tomada de laColección de libros y documentos referentes a la Historia del Perú, por Horacio H. Urteaga y Carlos A. Romero.—Tomo I.—Página 7.[5]Relación de las fábulas y ritos de los Incas, por Cristóbal de Molina, etc.—De la colección citada.—Tomo 1.—Página 6.[6]A los uros les llaman tambiénchancumankkeris, (comedores de ciertas plantas acuáticas de los génerosMyriophyllum, Potomogeton, Clanophora, Elodea y Chara). La tradición cuenta de ellos que fueron trasladados, en tiempos remotos, en calidad de esclavos de las costas del Pacífico, por el gran conquistador kolla Tacuilla, y distribuidos en las riberas de los lagos del altiplano, donde se les dedicó exclusivamente a la pesca. De aquí proviene que se nombrechancus, a los que aun quedan por aquellas regiones.[7]Historia del Perú y varones insignes, etc., pag. 133.[8]Esta palabra quiere decir: «su luz de él o su demostración de él». Se compone de dos voces,khana, que significa—«claridad, luz, día y también verdad y demostración de ella». La otra es la partículapa, que es un sub-fijo positivo de la lengua aymara que significa «suyo, suya, su». De manera que khanapa es la luz de él o su demostración. ¿De quién? Del fenómeno producido o de su autor; del hecho moral o material que simboliza la figura representante y del cual es su demostración.De este modo el pueblo aymara ha logrado trasmitir la memoria de los hechos de una manera constante y eterna, si se quiere, porque ese modo de ser social del Kolla hace parte integrante de sus propios hábitos y costumbres.[9]Historia del Perú citada, pag. 135.[10]Tres relaciones de antigüedades peruanas, publicadas por Marcos Jiménez de la Espada. Pag. 103.[11]Crónica Moralizada, volumen I, página 337 y 388.[12]Este descubrimiento cuenta el P. Ramos de la manera siguiente: «En un día del Corpus (Christi) los Urinsayas que estaban de guerra con los Anansayas, se retaron unos a otros, los Anansayas dijeron a los Urinsayas, que estos eran inmorales (viciosos); brujos y que sus antepasados habían lapidado un santo, intentando quemar una cruz que consigo cargaba, y que ellos la guardaron la cruz en lugar secreto, no queriendo mostrarla. Habiéndose traslucido esto por algunos muchachos, se lo comunicaron al padre Sarmiento que era el cura. Este descubrió la cruz en tres pedazos y una plancha de cobre (una hoja) con la cual la cruz estaba forrada (ceñida), con la cruz se encontraron solamente dos clavos. El señor don Alfonso Ramírez de Vergara, Obispo de Charcas, mandó hacer nuevas excavaciones y encontróse el tercer clavo que lo tomó, y a su muerte el Licenciado Adolfo Maldonado, Presidente de la Audiencia (de la Plata o Charcas) lo tuvo en herencia y llevóselo a España. Cuando se hizo la división de los obispados, éstos (asímismo) se partieren la cruz, aserrándola en dos partes, haciendo dos de ella, una de las cuales quedó en Carabuco y la otra está en la catedral de la Plata (Sucre)».Historia del célebre y milagroso Santuario de la insigne imagen de Nuestra Señora de Copacabana—Lima, 1621.—Cita tomada del importante trabajo de Adolfo F. Bandelier, titulado:La Cruz de Carabuco en Bolivia, traducido al castellano por don Manuel V. Ballivián.[13]Historia de la América Antecolombianapor don Francisco Pi y Margall.—Tomo I.—Pag. 1,392.[14]Vida del General José Ballivián, por el doctor José María Santiváñez.—New York.—1891.—Pag. 353.[15]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, por el licenciado Polo de Ondegardo.—Edición de Horacio H. Urteaga.—Tomo III.—Pag. 32.[16]Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Nuestra Señora de La Paz.—Tomo I.—No. 10.—Páginas 113 y 114.—Año 1909.[17]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, etc.—Pag. 196.[18]Historia del Nuevo Mundo, por el P. Bernabé Cobo.—Tomo IV, pag. 151.[19]Almanake del Departamento para el Año 36, después del bisiesto de 1856. Imprenta Paceña administrada por Eugenio Alarcón.Pequeño folleto que contiene, además, algunas otras noticias y curiosidades. En los almanaques anteriores y en algunos posteriores, se registra también esa célebre Memoria.[20]El P. Oliva, refiriéndose a esta costumbre inmemorial, que aún subsiste, dice: «Ponen por guardas de las chacras unas piedras largas, o de color porque entienden que estas conservan la humedad de la tierra y para asegurarlas de los ladrones ponen por guardas conchas de tortuga que llaman quirquincho que causan tan grande temor a los que pasan y las miran, que ninguno de ellos se atrevería entrar en la chacra donde ellas están porque entienden. Se han de enchir de lepra.»Libro primero del manuscrito original del R. P. Anello Oliva. S. J. etc., pag. 113.[21]Historia del Nuevo Mundo, etc., tomo IV; pag. 230.[22]Origen e Historia de los Incas.—Obra escrita en el Cuzco (1,575-90) por Fray Martín de Morúa, de la Orden de la Merced. Publicada y anotada por Manuel González de la Rosa, etc. Lima 1911; pag. 128.[23]Extirpación de la idolatría en el Perú por Pablo Joseph de Arriaga, pag. 64. Edición Urteaga.[24]Elhuiskjues propiamente la sandalia, pues consta de unas suelas de cuero atadas con correas al empeine hasta la garganta del pie. Se prefiere que la suela sea de la piel del pescuezo de llama. La ojota, que también usan los indios, se llamappollko, y se compone de un pedazo de cuero, levantado en los bordes, fruncido y asegurado por correas, sobre el empeine. El pie se halla protegido por todos los lados, a diferencia delhuiskju, que los deja al descubierto. Elppollkose asemeja mucho a la alpargata.[25]Es común en estos casos ver al indio caminar 50 kilómetros en tres horas.[26]Esta es la palabra con que en aymara se designa propiamente la preñez de la mujer.Huallkke, corresponde a la hembra de los animales.[27]Larilari: Gente de la puna que no reconoce casi que, cimarrones.Vocabulario del padre Ludovico Bertonio Edición Platzmannpag. 191. Probablemente se le ha aplicado este nombre por considerar un espíritu vagabundo y rebelde, el que daña a los niños.[28]Historia antigua del Perú, por Sebastián Lorente. Lima, 1860, pag. 77[29]Historiadores primitivos de Indias.—Colección dirigida e ilustrada por don Enrique de Vedia.—Tomo II.—Madrid 1900, pag. 443.[30]Los Comentarios reales de los Incas.—Libro II. Cap. XIX.[31]A semejanza de los mestizos que llaman a la esposami mujer, los indios casi no usan las palabrasaynoyaynonisino que las han reemplazado con el dechachaja, que quiere decir literalmentemi hombre, refiriéndose al esposo yhuarmija,mi mujer, tratándose de la esposa. A la concubina se dicetahuakoja, mi moza, ouñtathaja, mi conocida, y al amantehuaynaja, mi joven. La dulce palabrasipasiestá en desuso, y tanto ésta como las deaynooaynonilas emplean sólo en sus cantares, o en comarcas apartadas que mantienen escaso trato social con pueblos de otra índole.[32]Con la denominación detollkas, se comprende también a las personas que se distinguen por sus obsequios y familiaridad con los novios oalfereces.Laris y tollkas, son las categorías de importancia que actúan en todas las fiestas indígenas.[33]Párrafos tomados del artículo «La Chola» por Carlos Varas.—[Mont Calm].[34]Descripción del Perú, pag. 101.—Esta obra se atribuye a Tadeo Haenke y bajo este concepto se la ha publicado en Lima. Groussac demuestra que no pertenece a Haenke, sino a Felipe Bauzá, uno de los oficiales que con Malaspina, realizó el viaje alrededor del mundo.[35]Lachakhaes una cocina que tiene un techo piramidal, formado de barro. El piso de su interior es húmedo; en el centro hay un perol ofondo, como lo llaman los fabricantes, que antes era de cobre y que ahora es de fierro por imposición de las municipalidades. En los extremos, cerca de la pared se ven dos o tres cántaros u ollas de barro en los que se disuelve el caldo delmukcuy después se le somete a cocimiento, hasta que obtenga cierta temperatura. La parte espesa de esta sustancia se precipita, es decir, en el perol se trabaja la extracción de la parte azucarada que tiene elmukcuo mejor dicho, el maíz, y esa solución cuando ya ha tomadopunto, como se dice vulgarmente, se disuelve en el caldo, para que una vez producida la fermentación en los depósitos o tinas se obtenga la chicha.Las municipalidades por ese prurrito que distingue al mestizo de sacudirse de todo lo nacional, para dar preferencia a lo exótico, han gravado estaschakhas, que no deben valer con todos sus utensilios, más de trescientos bolivianos con el impuesto gradual de cien, ciento cincuenta y doscientos bolivianos al año, cuando lo que ganan no alcanza muchas veces a esa suma, porque lo que cobran por la fabricación de cada fanega de mukcu, que se llamaviaje, es cinco, seis, hasta ocho bolivianos. El objeto que se persigue es ir, poco a poco, extinguiendo la elaboración de la chicha, y reemplazarla con alcohol y otras bebidas destiladas.[36]«La Patria» Oruro, 31 de julio de 1919, No. 121.[37]Véase al respecto la descripción que se hace en el folleto titulado "Maldición y superstición". Leyenda boliviana del siglo XVIII, por José Rosendo Gutiérrez. Paz de Ayacucho, año 1857, páginas 27 y 28, que se halla conforme con la que hemos hecho.[38]"La Villa Imperial de Potosí".—Su historia anecdótica.—Sus tradiciones y leyendas fantásticas etc. por Brocha Gorda (Julio Lucas Jaimes) 1905, pag. 139 y 140.[39]Vocabulario de la lengua Aimara por Ludovico Bertonio, edición Platzmann. Parte segunda, pag. 323.[40]Vicente Fidel López,Les races Aryennes du Pérou; leur langue, leur religion, leur histoíre.París, 1871.[41]Historia del Nuevo Mundopor el P. Bernabé Cobo, etc. Tomo IV. Sevilla, 1893, pag. 200 y 201.[42]En Curva ha llegado a arraigarse en los últimos tiempos, el abuso de pagar diez bolivianos al Corregidor, el joven que quiere contraer matrimonio. El Corregidor envía algunos comisionados para que conduzcan a la mujer por la fuerza, y sin escuchar reclamos, la entrega a su pretendiente.[43]Este párrafo, así como el anterior, que está entre comillas, hemos tomado, por considerarlos verídicos, de un artículo que se publicó anónimo en un periódico extranjero, con el título deEl Callahuaya.[44]Un viaje al Sud de Bolivia. El jampiri, por Franz Pinochet, inserto en elBoletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, Nº 47, correspondiente al mes de julio de 1918, páginas 176, 177 y 178.[45]Obra citada, pag. 134

[1]«Tata Auqui: Padre o Señor.Tata: El Hechicero».Vocabulario de la Lengua Aymara, compuesto por el P. Ludovico Bertonio. Publicado de nuevo por Julio Platzman. Parte segunda, página 339. El indio en este caso, le da acepción de hechicero, al tratarse del cura.

[2]Parece en efecto, que esta leyenda, no es sino una reproducción o mejor dicho una continuación desnaturalizada del mitorunap mickjuyjde los kechuas, del que dice el Obispo Villagómez. «En varios Ayllos o tribus hay maestros a los que ahora dan nuestro nombre de «Capitán» y de las cuales cada uno tenía sus propios alumnos y soldados a los que anunciaba y señalaba una noche cualquiera a su antojo dara que se reunieran en un sitio dado [porque estas reuniones se celebraban de noche]. En seguida, el maestro acompañado de uno o dos de sus discípulos, se acerca en esa noche señalada a una casa que ya tiene determinada de antemano y dejando a los discípulos en la puerta, entra el sólo y desparrama en el suelo un polvo de huesos de muerto y de otros que no sé, preparado de antemano para el objeto, pronunciando a la vez palabras cabalísticas, y de esta manera adormece a todos los que se hallan en la casa al extremo de que los hombres y los animales ni se mueven ni los sienten. Y entonces se acerca a la persona que quiere matar, le hace una pequeña herida en la uña, en una parte cualquiera del cuerpo y en cuanto sale un poco de sangre se pone a chuparla cuanto puede. Por esto a estos brujos les llaman también chupadores de sangre. Una vez que han chupado la sangre se echan un poco en el hueco de la mano o en una vasija y la dan a probar a otros, volviendo al lugar de la reunión y ellos dicen que multiplica el demonio aquella sangre o se la convierte en carne (yo creo que las mezclan con otras carnes) y la cocinan en la reunión y se la comen; y sucede, en efecto, que la persona a quien se le ha chupado esa sangre se muera a los dos o tres días.»

Continúa el autor: «Cuando tienen esas juntas dicen generalmente: «esta noche nos vamos a comer el alma de tal o cual persona». Habiendo preguntado a una persona que había comido varias veces esa carne o que sabía, contestó con un gesto de asco, que era muy mala y de mal gusto, pareciéndose a la carne seca de vaca».—Villagómez.—Carta pastoral de Exortación e Instrucción contra las idolatrías de los indios del Arzobispado de Lima, 1641.—Página 42.

[3]Vocabulario Aymara.—Edición Platzman.—Segunda parte.—Página 388.

[4]Historia Indicade Sarmiento de Gamboa.—Cita tomada de laColección de libros y documentos referentes a la Historia del Perú, por Horacio H. Urteaga y Carlos A. Romero.—Tomo I.—Página 7.

[5]Relación de las fábulas y ritos de los Incas, por Cristóbal de Molina, etc.—De la colección citada.—Tomo 1.—Página 6.

[6]A los uros les llaman tambiénchancumankkeris, (comedores de ciertas plantas acuáticas de los génerosMyriophyllum, Potomogeton, Clanophora, Elodea y Chara). La tradición cuenta de ellos que fueron trasladados, en tiempos remotos, en calidad de esclavos de las costas del Pacífico, por el gran conquistador kolla Tacuilla, y distribuidos en las riberas de los lagos del altiplano, donde se les dedicó exclusivamente a la pesca. De aquí proviene que se nombrechancus, a los que aun quedan por aquellas regiones.

[7]Historia del Perú y varones insignes, etc., pag. 133.

[8]Esta palabra quiere decir: «su luz de él o su demostración de él». Se compone de dos voces,khana, que significa—«claridad, luz, día y también verdad y demostración de ella». La otra es la partículapa, que es un sub-fijo positivo de la lengua aymara que significa «suyo, suya, su». De manera que khanapa es la luz de él o su demostración. ¿De quién? Del fenómeno producido o de su autor; del hecho moral o material que simboliza la figura representante y del cual es su demostración.

De este modo el pueblo aymara ha logrado trasmitir la memoria de los hechos de una manera constante y eterna, si se quiere, porque ese modo de ser social del Kolla hace parte integrante de sus propios hábitos y costumbres.

[9]Historia del Perú citada, pag. 135.

[10]Tres relaciones de antigüedades peruanas, publicadas por Marcos Jiménez de la Espada. Pag. 103.

[11]Crónica Moralizada, volumen I, página 337 y 388.

[12]Este descubrimiento cuenta el P. Ramos de la manera siguiente: «En un día del Corpus (Christi) los Urinsayas que estaban de guerra con los Anansayas, se retaron unos a otros, los Anansayas dijeron a los Urinsayas, que estos eran inmorales (viciosos); brujos y que sus antepasados habían lapidado un santo, intentando quemar una cruz que consigo cargaba, y que ellos la guardaron la cruz en lugar secreto, no queriendo mostrarla. Habiéndose traslucido esto por algunos muchachos, se lo comunicaron al padre Sarmiento que era el cura. Este descubrió la cruz en tres pedazos y una plancha de cobre (una hoja) con la cual la cruz estaba forrada (ceñida), con la cruz se encontraron solamente dos clavos. El señor don Alfonso Ramírez de Vergara, Obispo de Charcas, mandó hacer nuevas excavaciones y encontróse el tercer clavo que lo tomó, y a su muerte el Licenciado Adolfo Maldonado, Presidente de la Audiencia (de la Plata o Charcas) lo tuvo en herencia y llevóselo a España. Cuando se hizo la división de los obispados, éstos (asímismo) se partieren la cruz, aserrándola en dos partes, haciendo dos de ella, una de las cuales quedó en Carabuco y la otra está en la catedral de la Plata (Sucre)».Historia del célebre y milagroso Santuario de la insigne imagen de Nuestra Señora de Copacabana—Lima, 1621.—Cita tomada del importante trabajo de Adolfo F. Bandelier, titulado:La Cruz de Carabuco en Bolivia, traducido al castellano por don Manuel V. Ballivián.

[13]Historia de la América Antecolombianapor don Francisco Pi y Margall.—Tomo I.—Pag. 1,392.

[14]Vida del General José Ballivián, por el doctor José María Santiváñez.—New York.—1891.—Pag. 353.

[15]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, por el licenciado Polo de Ondegardo.—Edición de Horacio H. Urteaga.—Tomo III.—Pag. 32.

[16]Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Nuestra Señora de La Paz.—Tomo I.—No. 10.—Páginas 113 y 114.—Año 1909.

[17]Información acerca de la Religión y Gobierno de los Incas, etc.—Pag. 196.

[18]Historia del Nuevo Mundo, por el P. Bernabé Cobo.—Tomo IV, pag. 151.

[19]Almanake del Departamento para el Año 36, después del bisiesto de 1856. Imprenta Paceña administrada por Eugenio Alarcón.Pequeño folleto que contiene, además, algunas otras noticias y curiosidades. En los almanaques anteriores y en algunos posteriores, se registra también esa célebre Memoria.

[20]El P. Oliva, refiriéndose a esta costumbre inmemorial, que aún subsiste, dice: «Ponen por guardas de las chacras unas piedras largas, o de color porque entienden que estas conservan la humedad de la tierra y para asegurarlas de los ladrones ponen por guardas conchas de tortuga que llaman quirquincho que causan tan grande temor a los que pasan y las miran, que ninguno de ellos se atrevería entrar en la chacra donde ellas están porque entienden. Se han de enchir de lepra.»Libro primero del manuscrito original del R. P. Anello Oliva. S. J. etc., pag. 113.

[21]Historia del Nuevo Mundo, etc., tomo IV; pag. 230.

[22]Origen e Historia de los Incas.—Obra escrita en el Cuzco (1,575-90) por Fray Martín de Morúa, de la Orden de la Merced. Publicada y anotada por Manuel González de la Rosa, etc. Lima 1911; pag. 128.

[23]Extirpación de la idolatría en el Perú por Pablo Joseph de Arriaga, pag. 64. Edición Urteaga.

[24]Elhuiskjues propiamente la sandalia, pues consta de unas suelas de cuero atadas con correas al empeine hasta la garganta del pie. Se prefiere que la suela sea de la piel del pescuezo de llama. La ojota, que también usan los indios, se llamappollko, y se compone de un pedazo de cuero, levantado en los bordes, fruncido y asegurado por correas, sobre el empeine. El pie se halla protegido por todos los lados, a diferencia delhuiskju, que los deja al descubierto. Elppollkose asemeja mucho a la alpargata.

[25]Es común en estos casos ver al indio caminar 50 kilómetros en tres horas.

[26]Esta es la palabra con que en aymara se designa propiamente la preñez de la mujer.Huallkke, corresponde a la hembra de los animales.

[27]Larilari: Gente de la puna que no reconoce casi que, cimarrones.Vocabulario del padre Ludovico Bertonio Edición Platzmannpag. 191. Probablemente se le ha aplicado este nombre por considerar un espíritu vagabundo y rebelde, el que daña a los niños.

[28]Historia antigua del Perú, por Sebastián Lorente. Lima, 1860, pag. 77

[29]Historiadores primitivos de Indias.—Colección dirigida e ilustrada por don Enrique de Vedia.—Tomo II.—Madrid 1900, pag. 443.

[30]Los Comentarios reales de los Incas.—Libro II. Cap. XIX.

[31]A semejanza de los mestizos que llaman a la esposami mujer, los indios casi no usan las palabrasaynoyaynonisino que las han reemplazado con el dechachaja, que quiere decir literalmentemi hombre, refiriéndose al esposo yhuarmija,mi mujer, tratándose de la esposa. A la concubina se dicetahuakoja, mi moza, ouñtathaja, mi conocida, y al amantehuaynaja, mi joven. La dulce palabrasipasiestá en desuso, y tanto ésta como las deaynooaynonilas emplean sólo en sus cantares, o en comarcas apartadas que mantienen escaso trato social con pueblos de otra índole.

[32]Con la denominación detollkas, se comprende también a las personas que se distinguen por sus obsequios y familiaridad con los novios oalfereces.Laris y tollkas, son las categorías de importancia que actúan en todas las fiestas indígenas.

[33]Párrafos tomados del artículo «La Chola» por Carlos Varas.—[Mont Calm].

[34]Descripción del Perú, pag. 101.—Esta obra se atribuye a Tadeo Haenke y bajo este concepto se la ha publicado en Lima. Groussac demuestra que no pertenece a Haenke, sino a Felipe Bauzá, uno de los oficiales que con Malaspina, realizó el viaje alrededor del mundo.

[35]Lachakhaes una cocina que tiene un techo piramidal, formado de barro. El piso de su interior es húmedo; en el centro hay un perol ofondo, como lo llaman los fabricantes, que antes era de cobre y que ahora es de fierro por imposición de las municipalidades. En los extremos, cerca de la pared se ven dos o tres cántaros u ollas de barro en los que se disuelve el caldo delmukcuy después se le somete a cocimiento, hasta que obtenga cierta temperatura. La parte espesa de esta sustancia se precipita, es decir, en el perol se trabaja la extracción de la parte azucarada que tiene elmukcuo mejor dicho, el maíz, y esa solución cuando ya ha tomadopunto, como se dice vulgarmente, se disuelve en el caldo, para que una vez producida la fermentación en los depósitos o tinas se obtenga la chicha.

Las municipalidades por ese prurrito que distingue al mestizo de sacudirse de todo lo nacional, para dar preferencia a lo exótico, han gravado estaschakhas, que no deben valer con todos sus utensilios, más de trescientos bolivianos con el impuesto gradual de cien, ciento cincuenta y doscientos bolivianos al año, cuando lo que ganan no alcanza muchas veces a esa suma, porque lo que cobran por la fabricación de cada fanega de mukcu, que se llamaviaje, es cinco, seis, hasta ocho bolivianos. El objeto que se persigue es ir, poco a poco, extinguiendo la elaboración de la chicha, y reemplazarla con alcohol y otras bebidas destiladas.

[36]«La Patria» Oruro, 31 de julio de 1919, No. 121.

[37]Véase al respecto la descripción que se hace en el folleto titulado "Maldición y superstición". Leyenda boliviana del siglo XVIII, por José Rosendo Gutiérrez. Paz de Ayacucho, año 1857, páginas 27 y 28, que se halla conforme con la que hemos hecho.

[38]"La Villa Imperial de Potosí".—Su historia anecdótica.—Sus tradiciones y leyendas fantásticas etc. por Brocha Gorda (Julio Lucas Jaimes) 1905, pag. 139 y 140.

[39]Vocabulario de la lengua Aimara por Ludovico Bertonio, edición Platzmann. Parte segunda, pag. 323.

[40]Vicente Fidel López,Les races Aryennes du Pérou; leur langue, leur religion, leur histoíre.París, 1871.

[41]Historia del Nuevo Mundopor el P. Bernabé Cobo, etc. Tomo IV. Sevilla, 1893, pag. 200 y 201.

[42]En Curva ha llegado a arraigarse en los últimos tiempos, el abuso de pagar diez bolivianos al Corregidor, el joven que quiere contraer matrimonio. El Corregidor envía algunos comisionados para que conduzcan a la mujer por la fuerza, y sin escuchar reclamos, la entrega a su pretendiente.

[43]Este párrafo, así como el anterior, que está entre comillas, hemos tomado, por considerarlos verídicos, de un artículo que se publicó anónimo en un periódico extranjero, con el título deEl Callahuaya.

[44]Un viaje al Sud de Bolivia. El jampiri, por Franz Pinochet, inserto en elBoletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, Nº 47, correspondiente al mes de julio de 1918, páginas 176, 177 y 178.

[45]Obra citada, pag. 134


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