Chapter 24

Aun tiene frescas floresEl tallo de mi vida,Para adornar, querida,Tu alabastrina sien.Cuando de amor mis labiosSuspiran el idioma,Se empapan en aromaDe férvido placer.——Cuando la triste nieveQue Dios puso en mi frenteCon rayo refulgente,Tu alegre juventud.La hiera enamorada,Entónces verás puraCircuir á tu hermosuraDe indeficiente luz.——Las recias tempestadesAlientan á mi lira;Cuando el dolor me inspira,Mas alta está mi voz.Y si impaciente rompeMis ligas el tormento,Audaz busca mi acentoLa inmensidad de Dios.——Yo he visto á los gusanosCebarse en mi agonía;Yo he visto su alegríaNacer de mi llorar.Pero ellos en su fangoSe están miéntras el vueloEmprende alegre al cieloComo ántes mi cantar.——Ellos los que mofabanMi elevacion de un dia,En vil apostasíaCayeron con baldon.Ellos la faz inclinanDelante de la historiaQue guarda la memoriaDel viejo trovador.——Pero tú siempre me amas,¿No es cierto, encanto mio?Ven tu dolor sombríoConmigo á disipar.Y al posar en mi pechoLilia, tu frente bella,Será como una estrellaDormida sobre el mar.Guillermo Prieto.Julio 27 de 1877.

Aun tiene frescas floresEl tallo de mi vida,Para adornar, querida,Tu alabastrina sien.Cuando de amor mis labiosSuspiran el idioma,Se empapan en aromaDe férvido placer.——Cuando la triste nieveQue Dios puso en mi frenteCon rayo refulgente,Tu alegre juventud.La hiera enamorada,Entónces verás puraCircuir á tu hermosuraDe indeficiente luz.——Las recias tempestadesAlientan á mi lira;Cuando el dolor me inspira,Mas alta está mi voz.Y si impaciente rompeMis ligas el tormento,Audaz busca mi acentoLa inmensidad de Dios.——Yo he visto á los gusanosCebarse en mi agonía;Yo he visto su alegríaNacer de mi llorar.Pero ellos en su fangoSe están miéntras el vueloEmprende alegre al cieloComo ántes mi cantar.——Ellos los que mofabanMi elevacion de un dia,En vil apostasíaCayeron con baldon.Ellos la faz inclinanDelante de la historiaQue guarda la memoriaDel viejo trovador.——Pero tú siempre me amas,¿No es cierto, encanto mio?Ven tu dolor sombríoConmigo á disipar.Y al posar en mi pechoLilia, tu frente bella,Será como una estrellaDormida sobre el mar.Guillermo Prieto.Julio 27 de 1877.

Aun tiene frescas floresEl tallo de mi vida,Para adornar, querida,Tu alabastrina sien.Cuando de amor mis labiosSuspiran el idioma,Se empapan en aromaDe férvido placer.——Cuando la triste nieveQue Dios puso en mi frenteCon rayo refulgente,Tu alegre juventud.La hiera enamorada,Entónces verás puraCircuir á tu hermosuraDe indeficiente luz.——Las recias tempestadesAlientan á mi lira;Cuando el dolor me inspira,Mas alta está mi voz.Y si impaciente rompeMis ligas el tormento,Audaz busca mi acentoLa inmensidad de Dios.——Yo he visto á los gusanosCebarse en mi agonía;Yo he visto su alegríaNacer de mi llorar.Pero ellos en su fangoSe están miéntras el vueloEmprende alegre al cieloComo ántes mi cantar.——Ellos los que mofabanMi elevacion de un dia,En vil apostasíaCayeron con baldon.Ellos la faz inclinanDelante de la historiaQue guarda la memoriaDel viejo trovador.——Pero tú siempre me amas,¿No es cierto, encanto mio?Ven tu dolor sombríoConmigo á disipar.Y al posar en mi pechoLilia, tu frente bella,Será como una estrellaDormida sobre el mar.Guillermo Prieto.Julio 27 de 1877.

Aun tiene frescas flores

El tallo de mi vida,

Para adornar, querida,

Tu alabastrina sien.

Cuando de amor mis labios

Suspiran el idioma,

Se empapan en aroma

De férvido placer.

——

Cuando la triste nieve

Que Dios puso en mi frente

Con rayo refulgente,

Tu alegre juventud.

La hiera enamorada,

Entónces verás pura

Circuir á tu hermosura

De indeficiente luz.

——

Las recias tempestades

Alientan á mi lira;

Cuando el dolor me inspira,

Mas alta está mi voz.

Y si impaciente rompe

Mis ligas el tormento,

Audaz busca mi acento

La inmensidad de Dios.

——

Yo he visto á los gusanos

Cebarse en mi agonía;

Yo he visto su alegría

Nacer de mi llorar.

Pero ellos en su fango

Se están miéntras el vuelo

Emprende alegre al cielo

Como ántes mi cantar.

——

Ellos los que mofaban

Mi elevacion de un dia,

En vil apostasía

Cayeron con baldon.

Ellos la faz inclinan

Delante de la historia

Que guarda la memoria

Del viejo trovador.

——

Pero tú siempre me amas,

¿No es cierto, encanto mio?

Ven tu dolor sombrío

Conmigo á disipar.

Y al posar en mi pecho

Lilia, tu frente bella,

Será como una estrella

Dormida sobre el mar.

Guillermo Prieto.

Julio 27 de 1877.

Seguí despues:

"Está sonando monótono un organillo debajo de la ventana de mi cuarto, repegado á la pared por la lluvia.

"Toca el organillo una pobre italiana que tira de un carrito, en donde duermen dos niños tan rubios, ¡tan apacibles, que no sé por qué me interesan tanto!

"¿Qué es esta vida mia tan agitada y tan dolorosa?

"¿Qué es este sembrar ilusiones siempre, para siempre cosechar desengaños?

"A nadie he dañado yo deliberadamente, y no tengo sino motivos de dolor por todas partes.

"No hay estúpido que no crea en mi país que para acreditarse de hombre de talento, necesita decirme desvergüenzas.

"Deja más huella una gota del Océano embebida en la arena, que mi desaparicion de aquí....

"Al cabo.... todos los caminos de la vida guian á la tumba...."

Las sombras caian lentamente: poco ántes de las siete, el Sr. Buzeti tocaba á mi puerta.

Es el jóven Buzeti de veinticinco años, delgado, patilla poblada y ojos negros. Es mexicano de nacimiento y conserva con orgullo su nacionalidad; su padre, frances de orígen, residió en Veracruz mucho tiempo. Su familia vino á negocios á Nueva-York; aquí murió el padre y se mantiene la familia de las lecciones de una niña encantadora profesora de música, y de mi amigo Emilio, corredor del comercio.

Buzeti, sin antecedente, se hizo mi amigo y fué mi compañero inseparable, mi intérprete, mi guía y mi luz en este laberinto, sin querer admitir por sus servicios retribucion alguna.

Llegó el momento de la partida....

En el carruaje íbamos, sin pronunciar palabra ni vernos las caras por la oscuridad, Francisco, Buzeti y yo......

Llegamos al muelle, atravesamos la estacion, mal alumbrada por la luz artificial, como unas sombras.... la lluvia arreciaba.... sonó el pito de la locomotora, y vimos avanzar la luz del ojo del gigante, como abriendo un surco de llama en un mar de tinieblas....


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